Tabaco

Patricia Eguren Escriña

Abstract

El patrón del consumo de tabaco en los países más pobres actualmente afecta a los más jóvenes y muy pocos lo dejan. El tabaco produce un gran número de muertes y, por eso, en el intento constante de acabar con el tabaquismo, se ha publicado recientemente un estudio sobre las consecuencias en el consumo de subir los impuestos en países de menores ingresos. Los efectos dañinos del tabaco son más marcados en los países más pobres y en las zonas menos favorecidas de los más ricos.

Existen 3 objetivos en la subida de impuestos: reducir la edad de muerte, mejorar la cobertura sanitaria y evitar el empobrecimiento de la población por los gastos sanitarios derivados de las enfermedades producidas por el tabaco.

Subir los impuestos es la forma más sencilla para aumentar la tasa de abandono y reducir el inicio en el consumo de los más jóvenes y en los menos favorecidos  porque es en ellos en los que más efecto tiene.

Este trabajo intenta cuantificar esta relación analizando su efecto en 13 países con menos ingresos, con distintas características socioeconómicas, distintos patrones de consumo y distinta cobertura sanitaria. Se centró en los varones por ser el 90% de los fumadores.  Se valora el efecto de la subida del precio en:

*Consumo de tabaco: Se planteó una subida del 50% en el precio del tabaco.  Esto se traduce en un descenso del 20% en el consumo. De este 20% aproximadamente la mitad se traduce en abandono y la otra mitad reduce el número de cigarrillos. De nuevo, esto es más acusado en los jóvenes.

*Años de vida ganados, gastos sanitarios y aumento de la pobreza: Basándonos en los datos de los países con más ingresos, sabemos que el tabaco provoca al menos la mitad de las muertes de los fumadores que comienzan pronto y no lo dejan. Los fumadores pierden al menos 10 años de vida comparados con los no fumadores.  Esta proporción podría extrapolarse a los países menos favorecidos.

El número de años de vida ganados varía con la edad: Ganarían 10 años los menores de 30, 9 los que están entre 30-40, 6 entre 40-60 y 3 los mayores de 65.  

En cuanto al gasto sanitario, se miden en concreto ciertas patologías como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), IAM, ictus y cáncer y se usan estimaciones globales sobre la carga económica que suponen a los paciente y cuántos de ellos caen en la pobreza extrema (medida por el hecho de dejar comprar alimentos). Este parámetro es muy variable según los países y no se tienen datos locales de todos.

Los resultados de este trabajo muestran, en primer lugar, que la prevalencia del tabaquismo es muy variable. Se observa que el número de hombres fumadores antes de la subida de impuestos era mayor en países menos favorecidos y que una subida del 50% en el precio implica un abandono mayor también en este grupo de fumadores. "Fuman más los más pobres, pero también lo dejan más ellos con la subida del precio".

La media de años ganados en estos pacientes es de 5,1 años más que en los países más ricos. El grupo más afectado son los más jóvenes. Los gastos sanitarios evitados son mayores también en los países más pobres pero, por el contrario, la distribución de estos beneficios en salud es mayor en los países más desarrollados.

También se pudo ver este efecto en los tres países en los que se analizó a las mujeres porque había una gran proporción de ellas.

De todas, formas, el dinero ahorrado con esta subida de impuestos, no cubre aún todas las necesidades de salud de los fumadores por lo que hay que seguir educando a la población y tomando otras medidas.

Como en todo trabajo no se deben olvidar las limitaciones que pueden afectar a los resultados. En primer lugar, se usan medidas estándar. En segundo lugar, es estático: no incluye cambios demográficos o cambios en los sistemas de salud... También se pueden haber infraestimado los efectos del descenso del tabaquismo ya que no se analiza el efecto en los fumadores pasivos, ni la mejora de la productividad (se para menos en el trabajo...), ni se ha analizado el efecto a largo plazo

Los resultados de este trabajo son consistentes y muestran que esta subida ayuda al cumplimiento de los tres objetivos marcados: más años de vida, menos gastos en salud y menos caída en pobreza.  Además, esta subida de impuestos también tiene efecto indirecto en la salud de los fumadores pasivos, en el aire que se respira, la embarazadas...por una menor exposición al tabaco.

Con estos resultados, algunos economistas apoyan también estas medidas, no sólo desde el punto de vista sanitario. Argumentan que, dado que los fumadores generan más gasto sanitario es "justo" que también paguen más impuestos. Apoyan el hecho de que el subir el precio hace menos asequible el producto y, por lo tanto, los menos favorecidos y los más jóvenes, lo compren menos.

La editorial del artículo hace un apunte final interesante: Esta subida de impuestos NO debe usarse sólo con fines recaudatorios, debe repercutir en la salud de los fumadores y en ayudar a dejarlo. Por otro lado hay que evitar empujar a los fumadores a optar por otras formas de consumo de tabaco más baratas y menos saludables aún. Por todo esto, subir el precio del tabaco es una medida importante, pero sólo una de ellas dentro de una estrategia más completa para acabar con el tabaco.

1- Global Tobacco Economics Consortium. The health, poverty, and financial consequences of a cigarette price increase among 500 million male smokers in 13 middle income countries: compartmental model study. BMJ. 2018 Apr 11;361:k1162

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29643096

2-McCord GC, Novotny TE.The benefits of taxing cigarettes in middle income countries. BMJ. 2018 Apr 11;361:k1433

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=ther+benefits+of+taxing+cigarettes+in+middle

Publicado
11-09-2018