El dilema de la vacuna del dengue

María Agud Fernández

Abstract

La vacuna del dengue abre el debate entre el utilitarismo, la idea de que un comportamiento es moral si las consecuencias benefician a una mayoría, y nuestra intuición individual sobre el bien y el mal. Se trata de una vacuna para un virus frecuente y, en algunos casos, mortal, con un efecto claramente beneficioso: su administración a 1 millón de niños mayores de 9 años puede prevenir 11000 hospitalizaciones y 2500 casos graves. ¿Pero qué ocurre si esta vacuna además puede provocar 1000 hospitalizaciones y 500 casos graves en niños que de otro modo no hubieran enfermado? ¿Iniciaría usted la vacunación en un área endémica en este escenario? Estas son algunas de las preguntas que enfrentan los gobiernos del sur de Asia y Latinoamérica.

La única vacuna disponible entró en el mercado en 2015. En 2016 la OMS recomendó vacunar a los niños menores de 9 años en los países donde el dengue es endémico. Los ensayos clínicos sugirieron perjuicio de la vacuna en los niños más pequeños. Se piensa que estos niños probablemente no han estado expuestos previamente al virus, por lo que la vacuna actúa como una primera exposición, dando lugar a una infección más grave cuando se exponen realmente al virus. Muchas primoinfecciones son asintomáticas y en los puntos de cuidado no existe la posibilidad de comprobar el estado serológico. El cálculo utilitarista es sencillo: la vacuna en mayores de 9 años reduce la tasa de hospitalizaciones y de enfermedad grave en un 80%. Es el cálculo moral el que parece insostenible. En Filipinas, la vacunación de 830000 niños, ha tirado por la borda la visión utilitarista porque, aunque ha evitado muchas hospitalizaciones y muertes, la opinión pública no perdona el daño que ha provocado en pacientes no expuestos previamente al virus. Las imágenes de niños enfermos por causa de la vacuna, han dado la vuelta al mundo. La población es resistente a vacunar a pacientes sabiendo que pueden enfermar, aunque en cifras globales la vacuna salve más vidas, sobre todo sabiendo que es técnicamente posible averiguar el estado serológico del paciente, pero no era factible en los lugares endémicos. Ante este revuelo, la OMS ha aconsejado realizar una valoración serológica previa en los pacientes para evitar hacer daño.

Publicado
10-12-2018